domingo, 23 de noviembre de 2008

CARTA AL DIRECTOR "el periódico"




"el periódico" 23 de noviembre de 2008.


traducción al castellano:
Es decepcionante que algunas empresas, incuso no teniendo problemas económicos, utilicen la excusa de la crisis para despedir a trabajadores. Hablo de The Phone House, donde trabajé un año sufriendo una gran presión a causa de los desorbitados objetivos de vendas para conseguir cobrar más de 1000 euros al mes. Aguanté unos horarios que canviaban cada semana y que hacían imposible la conciliación entre la vida social y la laboral, pero decidí que la empresa no podía vulnerar mis derechos, de manera que protesté. Un mes más tarde me despidieron con la excusa de < regulación de trabajadores a 20 horas>
Es trste que aún queden empresas i directivos a quienes la palabra derecho no les dice nada, o muy poco, si viene de un trabajador.
"el periódico" 23 de noviembre de 2008.


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martes, 11 de noviembre de 2008

Condiciones precarias de los empleados de TPH:

DENUNCIA DE LAS CONDICIONES DE LOS EMPLEADOS PHONEHOUSEROS:

Quizás, por esta razón de falta de garantías de sus empleados (de The Phone House), estos no se vean capaces de reivindicar sus derechos con lo que frecuentemente aceptan las órdenes de sus superiores aún siendo estas injustificadas e irrazonables. Evidentemente, ante el temor que puedan ser despedidos (ésta es una amenaza frecuente entre los superiores, lo que demuestra la poca humanidad de estos directivos, jugando con lo que, actualmente, más valora un trabajador: su trabajo). Por este temor generalizado entre los empleados, prácticamente nadie se ha quejado del sistema retributivo actual (un sistema que impone unos objetivos de venta por empleado grandiosos, y que su no cumplimiento comporta una rebaja de hasta un 65% menos de comisiones!!!; lo que equivaldría a que sin estas comisiones un simple empleado de tienda no llegaría ni a tener un sueldo mileurista!!
La vida laboral con la vida social y familiar suele ser un problema en The Phone House. Sobretodo para los sales-consultant( los dependientes de tienda). Los horarios, que cambian cada semana suelen ser configurados por el jefe de tiendas, o por el propio jefe de una tienda concreta, quien, casualmente, es quien dispone de un horario más gratificante mientras que quizás otro dependiente tiene que trabajar toda la semana haciendo turno partido lo que equivaldría a entrar a trabajar a las 10 de la mañana , hasta las 14 horas, y después des de las 18 horas hasta las 22horas, sin contar las medias-horas que habría que sumar a las 22horas para hacer el cierre enormemente burocrático de tienda.
Otro caso de falta de garantías de los empleados de The pHone House, o más bien, de la falta de bienestar de estos es la famosa cláusula de traslado indicada en el contrato. Un empleado puede ser trasladado a cualquier tienda de España si esta lo necesita. Es decir, el jefe de las tiendas que quizás vive en la otra punto del mundo puede decidir si un empleado debe ir a otra tienda sin tener en cuenta sus condiciones, y des de luego, tiene que ir si el empleado no quiere perder su empleo.
Por estas razones, se entiende, que muchos empleados ante la presión a la que están sometidos se vean obligados a ocultar ciertas verdades a sus clientes sobre los productos que se venden. Sin duda, esta responsabilidad no debería caer sobre los dependientes, sino sobre aquellos que trabajan en una oficina en Madrid, sentados, mientras esperan ganar, cada mes, más beneficios a costa de los dependientes que día tras día se amargan más trabajando para una empresa que no los valora cómo personas.
Evidentemente, mis reivindicaciones en defensa del proletariado de The Phone House, viene ahora, cuando ya no tengo miedo a ser despedido de la empresa, pues ya lo han echo. Y lo más triste, es , que The Phone House utilizara la excusa de la regulación de empleados en ésta época, cuando Phone House no ha notado la crisis, pero en cambio, utiliza las excusas que muchas empresas, que realmente sí estan en crisis, para despedir a sus empleados y sobretodo, para meter más miedo a los dependientes y de ésta manera que se sientan más presionados a trabajar más para vender más, más y más.
Una completa vergüenza.
Se dice por los interiores de las tiendas...que es una secta.

Esta es la realidad de The Phone House, una empresa altamente capitalista, dónde, consecuentemente, solo importa el dinero que sus empleados pueden crear sin que estos reciban a cambio ningún tipo de protección. Y evidentemente, cualquier reivindicación por parte de estos significará, tarde o temprano, la sanción o el despido. Pues se entiende que una empresa busca la maximización del beneficio, pero se puede hacer de dos maneras: apoyando a los trabajadores o explotándolos. TPH se queda con la segunda. Y desgraciadamente, aún quedan empresas dónde la palabra derecho, proviniendo de sus trabajadores, les dice bien poco o, directamente, nada.



Humanidad, porfavor!!!!